lunes, 15 de septiembre de 2014
Experiencias Evaluativas
Es complicado hablar de las experiencias evaluativas a esta altura de la vida, en mi tercer año en la universidad. Nunca puse mucha atención a los distintos tipos de pruebas en cuando a formato, a lo que evaluaba, y si lo que se pedía era lo que realmente se había visto en clases. Muchas veces ocurría que mis compañeros y yo quedábamos sorprendidos cuando encontrábamos contenido nunca visto (o repasado), lo que afectaba nuestra
calificación, y obviamente nuestro estado de ánimo. Hay cosas que sí recuerdo bien, como el hecho de que algunas pruebas eran realizables sin siquiera tener un vasto conocimiento sobre la unidad a evaluar, sino que se podía dar sólo sabiendo lo básico, y teniendo una gran habilidad de deducción. Hablo de las famosas pruebas de selección múltiple que, a pesar de que me facilitaron mucho las cosas hace un tiempo, siento que condicionan a los estudiantes a contestar para obtener una respuesta correcta, por sobre el aprendizaje real del contenido, y hoy, en mi tercer año de universidad, se han convertido en mi sombra, pues nunca necesité planear o desarrollar hábitos de estudio, como sí los necesito ahora. Espero que no sea muy tarde, y tener la posibilidad de desarrollarme como una buena estudiante, ya que en un par de años tendré que formar personas que puedan explotar sus habilidades y sacarles provecho, sin quedarse estancados en la mediocridad como muchos de nuestra generación.
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